Desde el año 2020, el CECI trabaja en los barrios marginalizados del sur de Bogotá y Soacha para mejorar el poder económico de las jóvenes migrantes venezolanas y de las jóvenes colombianas desplazadas, y para promover la creación de un entorno de vida libre de violencia y de discriminación. Como resultado de las crisis económicas, sociales y políticas a las que se enfrentan Venezuela y Colombia, la migración de las y los venezolanos y los desplazamientos internos de las y los colombianos han alcanzado niveles récord desde 2015. Este contexto de migración complejo crea mayores riesgos para las mujeres y las jóvenes expuestas sistemáticamente a abusos y violencia sexuales, las cuales se ven obligadas a realizar trabajos forzados. El CECI tiene como objetivo ayudar a las jóvenes a generar sus propios ingresos mediante una
actividad económica que no ponga en peligro su salud, su seguridad o su integridad física y psicológica. El CECI también busca promover una coexistencia más pacífica entre las y los migrantes venezolanos y las y los colombianos desplazados en sus comunidades de acogida.
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